De copla en copla y de baserri en baserri: así se celebra la víspera de Santa Águeda

03/02/2024
La costumbre de muchos de los vecinos de ciertos pueblos que consiste en ponerse los trajes típicos de los baserritarras, coger palos, luces y cestos e ir de caserío en caserío cantando y haciendo la ronda de cuestación, todavía es una tradición que se mantiene con fuerza.

Febrero comienza con un triduo especial: el día de la Candelaria (2 de febrero), en el que se bendice la cera para todo el año litúrgico; el día de San Blas (3 de febrero), patrón contra el dolor de garganta; y la víspera de Santa Águeda (4 de febrero). La Iglesia Católica celebra la festividad de Santa Águeda el 5 de febrero, pero en la mayoría de las localidades del País Vasco la celebración comienza durante el anochecer de la víspera.

 

¿Quién fue Santa Águeda y de dónde nos viene esta tradición?

En resumen, Santa Águeda fue una mártir del siglo III d. C., condenada a que le fueran cortados los pechos por rechazar el amor del procónsul Quinciano de Sicilia. Se le atribuyen diversos poderes: evita erupciones volcánicas e incendios; protege al ganado de malos espíritus y enfermedades y garantiza y fomenta la producción agrícola.

En muchos lugares de España es considerada patrona de las mujeres, especialmente en la mitad norte de la península. En las décadas de los 80 y 90 se dio una revitalización de esta celebración en el citado espacio, ligado al proceso político, ideológico y social que se dio tras la transición democrática, y más concretamente como consecuencia del proceso de toma de conciencia de las mujeres. En este contexto, las mujeres se convirtieron en organizadoras de esta fiesta, consiguieron tener un papel activo, comenzaron a realizar actividades que en el día a día estaban reservadas a los hombres y tomaron aquellos espacios que supuestamente eran masculinos (restaurantes, discotecas...).

 

¿Y en el País Vasco?

Dependiendo de la época y de la comarca, esta celebración ha tenido diferentes tintes. Por un lado, las nodrizas la nombraron patrona de los pechos y de los males que acechaban a estos, a propósito de su martirio. Por otra parte, los campaneros también tenían a Santa Águeda como su patrona, y por eso hacían sonar las campanas la víspera hacia la medianoche, en honor a su santa. Más que una práctica religiosa, estos rituales se pueden considerar como conjuros. Sí que hubo un tiempo en el que se celebraban actos religiosos, misas y procesiones en honor a Santa Águeda, no obstante, y aunque esta festividad tenga una raíz religiosa, ya ha perdido casi por completo esta religiosidad.

En muchos pueblos, y especialmente en aquellos que se encuentran en zonas rurales, Santa Águeda ha sido considerada también como patrona de los chicos solteros o de los mozos. Ellos mismos eran los encargados de organizar y llevar a cabo esta fiesta: los chicos de los barrios cercanos se reunían, hacían grupos y después de concertar de antemano el recorrido que iban a hacer partían de casa en casa, cantando y pidiendo. En este caso la fiesta tendría un sentido de fraternidad, siendo uno de los objetivos de la ronda la cuestación, pero entendiendo que se realiza en un ambiente festivo y en el contexto de esta celebración especial. En un principio las cuadrillas de chicos recibían la santaeskea en género, esto es, huevos, chorizo, bebida, etc. para hacer una merienda o cena fraternal. Más adelante, también empezaron a recibir dinero para poder organizar la cena mencionada o para destinarlo a otros asuntos, en algunos casos con fines caritativos.

Los grupos formados por mujeres también son habituales, y de la misma forma que lo hacen los chicos solteros, ellas también van de casa en casa cantando coplas viejas y nuevas y recibiendo a cambio comida y bebida o dinero. Aunque originariamente se trata de un rito ligado al medio rural, hoy en día también se ha convertido en urbano.

 

Santa Águeda, ejemplo de transformación de ritos paganos:

Como consecuencia del poder de la Iglesia, la celebración de Santa Águeda transformó los ritos paganos preexistentes. Los ritos y celebraciones precristianas que se celebraban en un ambiente invernal, como el carnaval y las mascaradas, se estructuraban según el ciclo cosmológico y buscaban el fin del largo invierno y el retorno de la primavera, representando la transición entre estas dos épocas. Para ello se golpeaba el suelo con palos y azadas, con el objetivo de despertarlo poco a poco, ponerle fin al oscuro invierno y hacer germinar las semillas de la primavera.

Todavía hoy en día aquellas personas que salen a cantar en la víspera de Santa Águeda sacuden el suelo con palos, marcando el ritmo de canciones que hacen honor a la santa. Se combinan así lo pagano y lo cristiano en una festividad que se organiza de forma horizontal y que permite formar lazos entre la comunidad y afianzar su autonomía e identidad.

 

Celebración de Santa Águeda en Ezkio (4 de febrero):

El grupo se juntará a las 11:30 en el ostatu Argindegi, donde tras comer un pintxo darán comienzo al canto, acompañados de los trikitilaris Imanol Intsausti e Iñaki Larrañaga. Después harán una ronda en el barrio de Santa Lucía, y finalmente comerán en Topa. Tras la comida habrá romería con los trikitilaris.

Por otro lado, del 3 al 5 de febrero también se celebrarán las fiestas de Santa Águeda de Matxinbenta.