El huerto de Igartubeiti y su entorno en octubre

05/10/2018
Octubre tradicionalmente en el País Vasco ha representado el final y a su vez el comienzo de un ciclo en el caserío y su entorno, porque dejamos atrás el verano y entramos de lleno en otoño, de ahí “udazkena-udaitzena”. En cuanto a la huerta, recogeremos las últimas cosechas de verano-otoño, y empezaremos a preparar la “huerta de invierno”. También debemos poner la atención en el entorno, debido a los cambios que se están produciendo en los árboles, en los vientos característicos de esta época y en los últimos frutos que nos proporciona el otoño, especialmente la manzana.

LA HUERTA
Podemos recoger los últimos pimientos, antes de que el frío los estropee. En caso de que el frío les haya afectado, directamente secaremos toda la planta con sus raíces y la colgaremos boca abajo. Recogeremos los frutos y los ataremos mediante una cuerda, los colgaremos y los dejaremos secar. De esta manera podremos utilizarlos para hacer el pimentón.

Los pimientos de Igartubeiti

 

 

 

 

 

 

 

 

Los pimientos de Igartubeiti

Si en la huerta nos queda alguna planta de tomate con algunos frutos es el momento de recogerlos antes de que se estropeen. Los colocaremos en alguna ventana de la casa o en algún rincón orientado al sur y donde les dé el sol. No conviene dejar mucho tiempo para evitar que se ablanden demasiado.

Tras recoger las últimas cosechas, contaremos con más espacio para plantar aquellas plantas que aguantarán mejor el invierno.

EL ENTORNO

Nos será fácil apreciar la llegada del otoño, por los impresionantes colores y tonalidades que adquirirá nuestro entorno.

Junto a los colores, también apreciaremos otro elemento característico de esta época: el viento, en concreto el viento sur. ¿Cómo afectaba el viento a nuestros caseríos? De muchas formas, desde el diseño y la orientación de la propia casa hasta cómo y dónde guardar la cosecha. Además se concebía el viento como algo misterioso, lo podemos sentir pero no lo podemos ver, y en ocasiones oímos ruidos que nos ponen alerta. Tradicionalmente al viento se le ha otorgado una naturaleza mágica, creían que los vientos se salían de las entrañas de las cuevas, donde habitaba la diosa Mari.

Las manzanas de Igartubeiti

 

 

 

 

 

 

 

 

Las manzanas de Igartubeiti

Es el momento de la producción de la sidra, en Igartubeiti estamos listos para poner en marcha el viejo lagar del siglo XVI, durante la programación de la Semana de La Sidra que celebraremos del día 10 al 19 de octubre. Tradicionalmente, a finales de verano y principios de otoño (septiembre-octubre), tras el cuidado del manzanal, es cuando se lleva a cabo la recogida de la manzana. Para esta tarea, se utilizaba una herramienta denominada kixkia. Una vez recogida, se llevan las manzanas al lagar, en concreto a la masera, el espacio central del lagar donde depositamos las manzanas.

A continuación, se procede a pisar la manzana a mano con una herramienta concreta denominada “pisón”. Este proceso, el machaqueo de la manzana a mano, también se denomina kirikoketa, que es un ritmo de txalaparta. Finalizado este proceso, lo que obtenemos es la “patxa de la manzana” que vamos recogiendo poco a poco y colocamos en el medio de la masera, debajo de la viga del lagar. Colocamos encima de la patxa diferentes piezas de madera y comenzamos a prensar con la viga del lagar. El mosto que obtenemos de la prensada, se guarda en las kupelas para la siguiente fermentación, para que el mosto se convierta en sidra.

 

El huerto de Igartubeiti y su entorno en octubre

El huerto en octubre