Filosofía de la intervención

El caserío Igartubeiti, desde su creación hasta nuestros días había sufrido modificaciones, derribos parciales, pero siempre como un ser vivo, con unas funciones claras de habitabilidad y producción. Con la intervención, desaparecen esas funciones, destinandose a la investigación y la difusión.

Había que escoger de entre sus 450 años una época concreta en la que detener la vida evolutiva del caserío.  Por ello se marcó el año 1630 como referencia a la hora de dirimir alternativas reconstructivas u otras situaciones en las que el concepto tiempo cobraría un valor fundamental.

La finalidad de la intervención no se limitaba exclusivamente a la restauración pura de los elementos sino que tenía como objetivo final la divulgación didáctica.